Froto mis pies, arrugo mi nariz. Los ojos brillan.

Me encanta.

Cojo tu mano; con amor y ternura. Espero que no te haya molestado, tan solo quería demostrarte un trocito de mi amor. Me sonríes.

Y es ahí, cuando algo dentro de mi explota. No se si por felicidad, por todas esas noches ya pasadas, por el peso que me he quitado de encima. La piel se me pone de gallina, se lo que viene ahora.

No dudo, ni dudare nunca jamas. Así, que cojo carrerilla y voy vencida.

Me choco, no puedo creer que me vuelva ha pasar... Pero justo en ese momento, tu me coges. Con tus manos, con tu amor. Y me cuidas. Y me dices; saldrás de esta.

Y yo pequeña al lado de ti, me rodeas con tus brazos. Y me enseñas el mundo, y lo que hay en el. Haces que me quiera quedar, pero no por lo que hay; por todas las cosas que un día soñé. Si no por ti, por tus brazos que me protegen, se que no me puede pasar nada. Sé que todo esta bien.

No me preocupo, dejo mi mente fuera de todos pensamientos, sonrió. Me hes imposible; ahora en mis pensamientos aparece el.

Cierro los ojos, te siento tan cerca. Tu olor, tu respiración... Y tu sabor. Mil emociones vuelan, y yo salto al vació con ellas.

Si, te quiero. Te quiero por ser como eres, tan sencillo y tan complejo a la vez. Te quiero porque cuando me hablas, parece que solo existamos tu y yo en el mundo. Me haces sentir especial, tanto, que a veces pienso que no te puedo querer más de lo que ya te quiero, porque es tanto... Pero me equivoco, una y otra vez, justo cuando pienso eso, me sorprendo de que te quiero más, mucho más. Y cuando me dices que me quieres más que a nada, que soy lo mejor que te ha pasado, aunque se que no es asi, puesto que te deben de haber pasado cosas muchísimo mejores que yo, una pequeña persona que si, te quiere, muchísimo además, pero solo soy eso, una pequeña persona más en tu grandísimo mundo. Pero da igual, me haces sentir unica, y es por eso que te quiero tanto, aparte de como me tocas, que parece que me pueda romper en tus manos, como si fuera una pompa de jabón que si cae al suelo desaparece. Te quiero por todo lo que me has dicho, y espero que me sigas diciendo. Te quiero. Te quiero, te quiero, te quiero.

Hacer equilibrio en el bordillo de la acera, romper el papel de los regalos, lamer la tapa de los yogures, chupar una gominola hasta que desaparece, mojar galletas de chocolate en leche caliente, comer nocilla con la cuchara, comer aspitos, comer lacasitos, dibujar figuras extrañas en un papel mientras hablas por teléfono, pisar sólo la zona blanca de un paso de cebra, cuando me subía al carrito del super, ver que hay niños que hacen lo que tú hacías cuando eras pequeño, pisar hojas secas en otoño, hacer fotos a gente riéndose cuando quieren salir posando y tu les has hecho reír, el papel de las fotocopias cuando aún está caliente, el olor de los rotuladores permanentes, el olor de los libros nuevos, el olor de las pastelerías, el olor de la hierva recien cortada, tumbarme en la cama recién duchado con el albornoz puesto, dormir cuando llueve, romper las hojas de los arboles en pedacitos cuando estás sentado en el césped o el día de antes de hacer un viaje.

Esta sentada y respira el aire de la mañana, hace escasos minutos que salio el sol por primera vez de todo el día. Hace frió así que se baja la sudadera hasta tapar la mitad de sus manos, pero deja al descubierto sus uñas color azul electrizado.

A juego con la horquilla que lleva sujetándole un mechón de su pelo. Una ráfaga de viento hace que el pelo le cubra la cara; pero ella con su mano lo vuelve a colocar en su sitio. Juguetea con el móvil y mira la hora inquieta. Es la hora. Un minuto, dos... Es normal que se retrase. ¿ A caso ha llegado alguna vez a la hora? Y cuando más absorta esta por sus pensamientos... Aparece; cruzando la esquina. Ella aun no se ha dado cuenta ya que sigue mirando el móvil pero el la ve sentada de piernas cruzadas. Sonríe para si mismo; nunca puede sentarse bien esta chica. Pero la quiere, ya ha pasado tanto tiempo que es... digamos que distinto. Sin embargo aun siente el frenesí al verla. Va caminando hacia ella, que distraída esta. Ya esta a escasos metros de ella cuando levanta la cabeza. La cara se le ilumina. El se hace el tonto y ella se ríe aun más. Llega, le abraza. Ella mete su cabeza en lo más hondo que puede de la chaqueta. Si, es su olor. El que llena sus pensamientos, el que le gusta. No sabe que colonia es; porque para ella es SU colonia. Y lo respira.

Piensa lo extraño que es el amor, lo que hace que la vida se sienta así. A veces feliz, aunque otras triste. Sus pensamientos desaparecen de su cabeza cuando unos labios rozan los suyos, un escalofrió le recorre la espalda. El la besa con ternura; con delicadeza. Como tal muñeca de porcelana que le parece. Pequeña e indefensa.

No le importa que harán después. Si no aquel beso que saben que un día se acabara.

Y ella es feliz junto a el, y el es feliz junto a ella por una estúpida cosa llamada amor.

Es curioso que ahora estemos tu y yo; aquí. Hablando y riéndonos. Después de todo lo que hemos vivido; de todo lo que tuve que aguantar. De las lagrimas, de la rabia. Y ahora todo borrado con unas simples palabras. En cierto modo me da igual. Ha pasado tanto tiempo que las heridas se han curado. Es más; me siento feliz de al fin poder quitarme este gran peso de encima. De sonreír después sin rencor; de sonreírnos.

Es cierto que esto es complicado, tan solo es que tu lo haces fácil. Que si tu saltas yo salto y si tu te quemas yo ardo.

Lo único que se es que no te volveré a perder, y si tu supieras lo que pasa por mi cabeza tu pensarías lo mismo. Si fuera por mi te iría a buscar, cruzaría el mar hasta llegar a ti.

No se que pasara cuando estemos juntos; lo único que se es que no te volveré a perder.

Ya era hora de que dijera algo, de ver mis sentimientos. De sentarme y decir; aver vamos ha hablar. De poder entender todo.

Cuando todo empezó; incluso como cuando casi acabó me dio igual. Me mentí a mi misma, fingía y decía que no sucedía. Por eso ahora, cuando te hecho de menos, cuando siento tu ausencia. La falta de que el móvil suene y salga en la pantallita una perdida tuya; y yo sonreía feliz y nada más me importaba.

Y es ahora cuando me doy cuenta de lo que siento, de lo que te hecho en falta. Y qué sé que eres así con bastantes pero es que me demostraste que yo era un poquito más.

Y aunque lo último que se pierde es la esperanza, y aunque a mi ya me quede poca. Siempre estarás por allí; y cuando menos me lo espere volverás a aparecer. Y comenzara de nuevo esta historia. Lo único que cambiara seré yo, yo y mis palabras. Y mis decisiones con mis respuestas.

Pero a mi, aun me queda ese cachito de esperanza, que se esconde asustada por la razón.

Que te escuchen es necesario, que te entiendan ya es capricho.

Un mundo dentro de nosotros...

¿Sabes qué es la vida? Una aventura.

No me digas que no le quiero porque por el voy y vuelvo. Que no le escucho porque me sé de memoria todas sus palabras. De todas las cosas que podría temer; que el no estuviera aquí es la más dura. Que yo también se eso que hace con el pelo, y como juega con las manos. Incluso esa pequeña cicatriz debajo del ojo, tan pequeña que no se puede apreciar, yo incluso sé como se la hizo.

Y no me digas que esa le quiere, porque solo lo puede hacer si el se lo ha enseñado. Y ten por seguro que no le ha hecho; no le ha enseñado como es amar. Que no le ha cuidado como a mi, que no le ha defendido y que no le habrá recojido el pelo detrás de la oreja. Que sí, que puede que le quiera. Pero no como yo. No es que sea único; es que el se ha hecho así. Especial, diferente, complicado...

Lo que siento por ti, ES TERNURA Y PASIÓN, tu me has hecho sentir que hay en mi corazón; TANTO AMOR. Yo nací para ti y tu también PARA MI. Y ahora sé que que MORIR es tratar de VIVIR, sin tu amor.

Te queda pequeña, la frase TE QUIERO.

Este AMOR que como espuma sube, que cuando te tomo de la MANO por el parque, Camino en las NUBES, Parece mentira que ya no recuerdo nada, Cuando solo estuve, n ada se podrá comparar. Con algo tan especial.

Descuelgo mi mochila del hombro y la dejo sobre la silla, me quito mis nike ya un poco desgastadas por el uso. Cojo mis libros y me dispongo aunque sea a hacer los deberes, pero mi cabeza enseguida se va a otra parte; así que decido intentar hacerlos más tarde. Me tiro en el sillón y cojo el portátil, mientras lo enciendo buso mi libro que me estoy leyendo y lo abro por la página que voy. Paso los dedos por la portada, con sus notas en relieve en color negro con los corazones en rojo vivo: Canciones para Paula.

Sonrio, me encanta esta historia. Y entonces, me imagino ser la protagonista, poder pensar todo con la misma claridad que ella; disfrutar cada segundo del tiempo...

Vuelvo a coger mi ordenador y pongo la contraseña, abro el ares y enseguida pongo la canción: I´m yours. Es vieja; pero demasiado bonita como para dejarla en el olvido.

Y así, me quedo un rato pensando. En la canción, en la historia, en lo rápido que va el tiempo... En lo que ha pasado hoy, lo que pasara mañana.

Y claro que quiero sentir lo mismo que los demás, tampoco me quiero esconder; quiero pensar por mi misma, ser yo. Un vida me parece muy corta para poder sentir...Distintos sentimientos que cada persona los va creando.