lunes, 16 de mayo de 2011

-Te quiero...
Y con esas palabras se acaba la tarde; y se lleva las emociones, los sentimientos. Le mira a los ojos y se gira dejandole atrás con sus pasos. Sube las escaleras del autobús con los ojos llorosos, con el dolor de tener que esperar días para poder verlo, tocarlo. Y aunque la distancia es dura, se quieren. Es la típica historia... pero para ella es todo tan distinto.
Apoya su cabeza en el cristal de la ventana y cierra los ojos; derrama una lagrima pero enseguida la recoge con su dedo y esboza una sonrisa... Se coloca los cascos en los oídos y se deja llevar por la música. Consigue lo que quería; con el volumen a tope y cerrando los ojos consigue llegar a su mundo, a su interior, a sus recuerdos... A la tarde que acaba de vivir.

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